Lumbalgia es el término médico utilizado para definir el dolor en la región de las vértebras lumbares. Es la forma más común de dolor de espalda y generalmente no es grave, pero sí muy molesto. Más del 80% de las personas sufrirán un día cualquiera de lumbalgia. Puede ocurrir en todas las edades, con picos de aparición en la adolescencia y alrededor de los 45 años.
De hecho, las vértebras lumbares están constantemente solicitadas y apoyan una parte importante del peso corporal lo que convierte a la zona lumbar en una zona frágil. Todos los tipos de dolor que afectan a la espalda son un problema complejo de difícil curación, pero sí que cuentan con diversas opciones que pueden aliviar y mucho el grado de dolor y disminuir el tiempo de duración del dolor.
Categorías de dolor de lumbago
Dolor agudo: Puede durar hasta 4 semanas y causar un malestar intenso, imponer un parón de trabajo por algún tiempo e interferir significativamente en las actividades diarias.
Dolor sub-agudo: Persiste por lo general de 4 semanas a 3 meses, más o menos consistentemente y puede llegar a convertirse en crónico.
Dolor crónico: Es un dolor constante que dura más de 3 meses. A veces son difíciles de determinar las causas de la lumbalgia crónica. Las personas que sufren a menudo deben considerar realizar cambios significativos en su estilo de vida.
La columna lumbar está formada por 5 vértebras, pequeños huesos cilíndricos con una cavidad en el centro donde se aloja la médula espinal. La médula se compone de un haz de fibras nerviosas asociativas, sensoriales y motoras.
Entre cada vértebra hay un disco intervertebral que se compone de tejido suave.
La función de los discos intervertebrales es permitir la movilidad de las vértebras y hacer de amortiguador. El conjunto está rodeado por músculos, tendones y ligamentos que proporcionan estabilidad y movilidad de las delicadas articulaciones de la columna. Todas estas estructuras pueden ser responsables del dolor de espalda.
Causas de la lumbalgia
El dolor de lumbalgia tiene causas variadas. En casi el 90% de los casos, el dolor es leve y puede asociarse con los discos intervertebrales, vértebras, músculos, etc.
Pero la mayoría de las veces, es imposible determinar con precisión el origen del dolor, que desaparece espontáneamente en unas semanas.
Por esta razón, el médico no suele recomendar estudios por medio de imagen (radiografías) o análisis.
En otros casos, especialmente en presencia de síntomas neurológicos, se indica la proyección de imagen.
En casos raros, el dolor puede ser un signo de una enfermedad grave.
Entre las causas más frecuentes de la lumbalgia, podemos distinguir:
Una lesión en un músculo, un tendón o un ligamento debido a un sobreesfuerzo, una torsión inhabitual o la acumulación de micro-lesiones repetitivas en el tiempo.
La degeneración discal con los años, normalmente a partir de los 60 años y en algunos deportistas a partir de los 40, si practican deportes con presión contínua sobre la columna vertebral.
Una hernia discal se produce cuando una parte del gel contenido dentro del disco intervertebral se derrama y comprime los nervios. Puede ser a causa de malas posturas muy forzadas, sobrepeso, durante el embarazo y por degenración discal.
Un problema ginecológico. Muchas mujeres padecen dolor de espalda periódica o constantemente, debido a reglas dolorosas, de endometriosis,etc. La fuente no está en la zona lumbar, pero el dolor irradia por toda la zona baja de la espalda.
Desplazamiento de una vértebra sobre otra debido a algún problema congénito o algún traumatismo.
Artritis, artrosis u osteoporosis, problemas muy comunes entre la gente de cierta edad.
Independientemente del origen del dolor de espalda, a menudo tiene lugar una contracción de los músculos cerca del área dolorida. Es un reflejo de protección. Esta contracción puede por sí misma causar dolor. Entonces, un círculo vicioso puede contribuir al dolor crónico.
De hecho, el dolor no es una enfermedad sino un síntoma. Debido a la compleja anatomía de la columna lumbar y las múltiples causas de dolor lumbar, los síntomas que acompañan el dolor pueden variar considerablemente de una persona a otra. Para una misma condición, 2 personas pueden describir su dolor de manera muy diferente.
Si el lumbago se produce repentinamente y se manifiesta por una contracción súbita e intensa de los músculos, generalmente es el signo de una lesión muscular, esguince ligamento, rotura o desplazamiento de un disco. Este tipo de dolor normalmente ocurre después de un «mal movimiento» o después de soportar una carga pesada.
Cuando el dolor se va hacia abajo a lo largo de la parte posterior de una o ambas piernas, puede ser una neuralgia ciática, es decir, un pinzamiento del nervio ciático. El dolor entonces se exacerba por la tos, el estornudo o el ejercicio. Este tipo de dolor también puede ser un signo de una hernia de disco.
Si el dolor en la parte inferior de la espalda se acentúa durante la noche, puede que la causa sea la inflamación misma, un órgano enfermo o un tumor.
¿Cómo tratar una lumbalgia?
Reposar la espalda: En la fase aguda de dolor, tratando de controlar el dolor. Es importante evitar movimientos bruscos y descansar la espalda. Se recomienda un descanso de 48 horas. Después de eso, se deben emprender acciones, incluso si el dolor aún está presente. El reposo en cama estricto por más tiempo puede resultar ineficaz o perjudicial.
Posiciones que mejor relajan la columna lumbar:
- Acostad@ de lado con las rodillas flexionadas, una almohada bajo la cabeza y otra entre las rodillas (las mujeres embarazadas pueden añadir una almohada bajo su vientre).
- Acostad@ boca arriba, sin almohada bajo la cabeza, con una o más almohadas bajo las rodillas y una toalla enrollada o un cojín pequeño en el hueco de la espalda baja.
La aplicación de una bolsa de agua caliente o un cinturón lumbar con efecto calor pueden reducir el dolor.
Transcurrida la fase de dolor agudo, un suave masaje con la máquina de masaje Masster Plus y su rotor de espumas en toda la zona lumbar genera calor, relaja la musculatura y alivia notablemente.
Transcurrida la fase de dolor agudo, un buen fisioterapeuta con sus manos puede ayudar a recuperar la vida normal en un corto plazo de tiempo.
Caminar, nadar, ir en bicicleta de carretera (no BTT) y yoga, son las actividades físicas más recomendables.
Con medicamentos: En este caso recomendamos la prescripción de su médico para que le indique el medicamento más adecuado en su caso.
Como siempre decimos, la persona indicada para realizarte un diagnóstico acertado es tu médico. Ante cualquier molestia que persista varios días acude a tu consulta.